He recibido el texto del prólogo a esta segunda edición. Solo puedo decir, muchas gracias Manuel. Este es el prólogo:
Prologar este libro es un ejercicio
que hago con gran placer. Conozco bien las cualidades profesionales de Miguel Ángel . No son tantos los libros que se aproximan a la bolsa desde el lado
puramente humano del inversor. Además, es todo un acierto el formato elegido
con un dialogo entre varias personas, alguna de las cuales también conozco
desde hace años.
Resulta muy ameno al igual que
instructivo el desarrollo que hace de la Prudencia, la Humildad, la Templanza,
la Fortaleza, el Entendimiento y la Perseverancia. Es un éxito haber llevado al
terreno práctico dichos conceptos. El dialogo entre los participantes favorece
enormemente la comprensión de los mismos desde una perspectiva muy original y
de continuo contraste entre los contertulios a la vez que permite al inversor,
incluyendo a los más avezados, tener presente que el ser humano no es ni mucho
menos una máquina perfecta. El libro desnuda esa máquina con respeto y rigor.
La evolución de los mercados financieros
ha venido acompañada de una gran automatización de todos los procesos.
Precisamente en estos momentos estamos inmersos en un proceso de continua
robotización del proceso decisorio de la inversión. Está resultando una
autentica paradoja contemplar como la codicia humana está condicionando dicho
desarrollo, en contra de lo que se pueda pensar. Por eso la lectura del libro
permite recordarnos una y otra vez que la culpa, el problema y, sobre todo, la
solución no está en los demás sino en uno mismo, es decir, haciendo honor al
lema del libro: “TU CONDUCTA DETERMINA EL RESULTADO DE TU INVERSIÓN”.
El libro es para adultos pero si algo
debo aconsejar para el futuro es una edición para los más pequeños. Hago dicha
reflexión porque la PERSEVERANCIA en el ahorro desde edad muy temprana es quizá
la única manera de comprender los resultados reales del “interés compuesto”. Ese
poso de experiencia es el que permite posteriormente aceptar con naturalidad
las técnicas de diversificación de la inversión o la planificación para la
jubilación. La “paciencia” que se adquiere con el ahorro continuo es la palanca
educativa que permite al ser humano afrontar con naturalidad la automatización -en
PRIMER LUGAR– de la entrada en la inversión y ya en muy segundo lugar el
establecimiento del stop de pérdidas y del stop de ganancias así como la
modificación de la composición de la cartera. En el libro hay numerosas
referencias al comportamiento de los adultos que habitualmente “quieren” y
hasta “dicen” que ponen stops cuando eso no es más que una imaginación como la
de aquél que hace la quiniela el domingo a las 11 de la noche.
Por último, en el libro hay continuas
invitaciones implícitas a que el lector modifique su conducta. No es fácil. A
continuación reflexione sobre cómo puede ser dueño de su futuro y como dormiría
más tranquilo respondiendo a la siguiente pregunta: ¿Hacer seis operaciones en
las que en las cinco primeras gane 1 euro y en la sexta pierda 4 euros, o en
las cinco primeras pierda 1 euro en la sexta gane 6 euros?
Miguel Ángel, mi más sincera
felicitación por el resultado conseguido.
Manuel Andrade Martin, Director Comercial de BME Clearing
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