Buenas
tardes a todos,
En primer lugar, quiero agradecerles su asistencia al acto de
hoy y también agradecerle a Miguel Ángel Cercas el que me haya elegido como
madrina de su libro.
Antes de empezar con los comentarios más concretos, me
gustaría introducirles a Miguel Ángel como profesional:
Nacido en Sevilla, es abogado, Máster en Derecho Empresarial
y doctor en Derecho Canónico. Ejerció un tiempo la profesión y desde el año
2000 se dedica al asesoramiento financiero dirigiendo la sucursal de Renta 4 en
León.
A Miguel Ángel Cercas,
me une no sólo una amistad que se consolida cada día que tenemos la
oportunidad de compartir momentos en el quehacer diario, ni tampoco el interés mutuo por el campo de la economía,
sino también una afición por la escritura en la que presiento ambos encontramos
una vía de escape de la que salir cuando la realidad que nos rodea nos satura
de realismo y porqué no decirlo, porque creo compartimos una escala de valores
sino igual, muy parecida.
Eso sí, tengo que
decirles que en modo alguno pretendo equipararme a él como literato ya que yo
me ciño a apuntes esporádicos en un blog, y él ya acumula no sólo más bagaje
literario, sino también de mucha más entidad e intensidad literaria a sus
espaldas.
Cuando me ofreció la posibilidad de presentar su libro, tengo
que reconocer ante ustedes que me pareció todo un reto, porque si bien he hecho
muchas cosas, nunca hasta hoy me había enfrentado a la responsabilidad que
recae en quien tiene que conseguir a través de unas breves palabras apasionarles
por una obra literaria como la que hoy presentamos, así que intentaré hacerlo
lo mejor posible.
Miguel Ángel me ha pedido que presente la nueva edición de su libro, de su
segundo libro. Un libro llamado "Valores en alza. Tu conducta determina
tu inversión". Y contemplando la brújula de la portada, me pregunto:
¿sabemos dónde está nuestro norte moral? para ver si me inspiraba mirar su norte,
quiero empezar esta intervención con unos vídeos que hemos grabado de gente de
la calle a la que le hemos preguntado sobre los valores y los negocios, así que
permítanme que se los muestre.
Hemos visto, que la sociedad es dispar en sus opiniones
predominando...
Dicen los psicólogos que hay tres yos en cada uno de
nosotros: uno, el yo que creemos que somos, otro el yo que ven los demás y el
tercero el yo que es realmente. Bueno pues aunque dejaremos que Miguel Angel
nos muestre su yo cuando finalice mi intervención, permítanme que les muestre
el segundo, es decir, cómo le ven los demás. Y para ello he querido tomar
opiniones no sólo de personas cercanas como su hermano y sino también de sus
compañeros de taller literario con los que ha compartido su pasión por la escritura.
Empecemos con su hermano
Francisco Javier
quien dice que "no se refiere sólo a
acciones sino a virtudes, en el sentido clásico del término, e intenta explicar qué tienen que
ver éstas en el mercado bursátil. El
enfoque es original y recuerda cosas que siempre es bueno no perder de vista".
Sus compañeros de taller señalan:
“"Miguel- Ángel es gracioso, muy
participativo, comparte sus conocimientos y no juzga al resto. Como amigo
creo que tiene los valores de los que habla en
el libro, bueno el 95% se ellos. Es muy buena persona. Me llevé una
grata sorpresa con el libro, no me veo con capacidad para valorarlo porque no
tengo los conocimientos suficientes. Como persona ajena al mundo financiero veo
que las situaciones se pueden extrapolar a otras áreas; recuerda la importancia
de determinados valores, que en mi opinión como observadora y/ó ciudadana se
van perdiendo en su mayoría en el mundo financiero visto lo visto los últimos
años. No creo que sea el único sector donde ha ocurrido, pero sí creo que es el
sector idóneo para que cambien determinados comportamientos porque si realmente
pasa detrás iremos el resto".
Otra compañera dice de
él:
"Miguel Ángel no confía en las ideas preconcebidas
y como tal le gusta actuar. Cuando
se da a conocer se presenta como gestor de inversiones, con su aspecto pulcro,
serio y formal y después, problema tuyo lo que creas que significa ser
gestor de inversiones, que para profanos como yo, es una imagen que choca con el Miguel Ángel creativo, afable y
bromista. Un personaje nada envarado, a pesar de que le guste ir muy erguido.
Tal vez lo que le pueda definir y unir en cada faceta de su vida, sea su
interés por las personas, lo mucho que disfruta de hablar, escuchar y
reflexionar sobre los encuentros con la gente. Disfruta del buen humor, del
buen rollo y la búsqueda de sintonía con los demás.
Aunque es una persona totalmente pragmática, no se amedrenta frente al desafío de intentar
cambiar lo que no le gusta y cree que está en su mano cambiar. Y aunque en
ocasiones pueda darse de bruces con los límites de la realidad, siempre
encuentra un pequeño resquicio para el optimismo. La escritura es para él
un vehículo en esa tarea de ver un mundo mejor.
Para mí ha sido un placer haberlo conocido, en especial
porque a pesar de ser muy diferentes en muchos aspectos, es una persona tolerante con las diferencias y
sabe cómo mantener el buen clima en las relaciones"
Otro comentario más
corto
"Miguel Ángel Cercas cree en lo que piensa, cree en lo que hace y actúa según en lo que cree.
Todo eso lo plasma en su obra, Valores en alza, para invertir no solo en el
plano económico sino también en el humano y el espiritual.
¿Son posibles los valores humanos y éticos en el mundo de
las finanzas? Miguel Ángel Cercas así lo plasma en su libro, donde expone
aquello en lo que cree, en lo que piensa y en lo que vive."
Definición breve
"Yo pienso que Miguel Ángel introduce la ironía en sus relatos de una forma amable. No hay amargura en sus textos a pesar de
que trate un tema duro o serio, siempre sabe como dibujar una sonrisa en la
cara del lector."
Y el último
"Miguel
Ángel, el banquero, el de Renta4, es un
pragmático feroz. Y me refiero a su escritura. Cuando se afana en ella, tira, sin más, de la vida que le rodea. Y
cualquiera que se haya cruzado con él podría sentirse agasajado por aparecer en
sus textos, pero es más sensato mantenerse en la intranquilidad, porque, del mismo modo que solo aparece la vida y
nada más que la vida, no tiene ningún apuro en reinventarla allá donde ve que
se le queda corta. Y, entonces, ese pragmatismo del que le acuso le lleva a
echarte una maldición, a juntarte con algún ser indeseable o a matarte. Sí,
te matará muchas veces. Es el poder que
se concede cuando versiona la vida. Pero lo hace muy bien, con mucha gracia, y
hasta diría que se le nota el acento.
Miguel Ángel, el escritor, es una
bellísima persona. Su lado más humano
aparece cuando suelta el boli y te mira a los ojos, cuando vuelve al caldo
de cultivo de sus escritos, allí donde vive. Y siempre saluda".
Ahora permítanme que aporte mi visión:
Los códigos de conducta son esenciales en todos los órdenes
de la vida. Hace algunos años las empresas, las del IBEX y bastantes otras más
pequeñas, encontraron en la Responsabilidad Social Corporativa un elemento
diferenciador. Estas empresas centraron su apuesta por la RSC y cambiaron el modo de ver y entender su negocio.
Posteriormente, la crisis ha enfriado la apuesta pero los cimientos y
ladrillos están puestos.
Miguel Ángel apuesta porque las personas tengamos también una
cierta RSC individual cuando reflexionamos acerca de nuestras inversiones. También
que tenemos que poner nuestras virtudes al servicio de la ética inversora que
todos debemos tener. En el libro va desgranando los pecados capitales y cómo
influyen en nuestras decisiones. Y cómo las virtudes que todos tenemos ayudan a
que esos pecados se vayan difuminando con tesón y esfuerzo.
Hay un capítulo al que me gustaría hacer especial mención.
En estos días en que las pensiones, su
viabilidad a medio y largo plazo y las modificaciones que plantean los expertos
llenan páginas de la prensa salmón y la que no es salmón, Miguel-Ángel y sus
dos colaboradores , Cristina y Jorge, nos explican y detallan qué tenemos que
hacer para que cuando llegue la afortunada hora de disfrutar del tiempo libre
después de largos años de penalidades laborales, no tengamos que afrontar un
problema mayor en forma de necesidades pecuniarias. Cómo los planes de
pensiones serán la tabla de salvación a la que asirnos y cómo tenemos que
comenzar en la juventud a pensar en ese lejanísimo momento.
Pero si tengo que elegir mi parte favorita, me quedo con el
principio inspirador de la obra, con ese encuentro ocasional con amigos que le
sirve como excusa para el desarrollo de su obra y que demuestra que, se puede
crear desde el diálogo, que cualquier momento es el optimo para sacar partido a
la imaginación y que lo que empieza con unos correos y conversaciones
telefónicas termina por ser todo un ejercicio reflexivo sobre algo sin lo cual
la humanidad no sería tal: los valores.
Planificación financiera, templanza, riesgo, justicia, mercados,
pereza, debilidades, prudencia, fortalezas. De esta mezcla de ideas, de
vocablos, nace un libro merecedor de una lectura sosegada, atenta, crítica con
nosotros mismos.
Por último, voy a permitirme una licencia.
Miguel Ángel publicó el pasado año un
libro de micro-relatos, "Si no
fuera yo,, entonces qué me gustaría". De los 70 relatos que lo
componen, voy a leeros uno de ellos, no sé si el mejor, sí es uno de los que
más me gustaron cuando los leí.
Metas
Su vida se había
convertido en un borrar las "tareas" que se había marcado en las
"notas" de su móvil. Por la noche, llegaba a casa corriendo y las
repasaba: borraba, borraba, borraba. "Lo hice, lo hice, lo hice". Un
día su mujer, como por descuido, le borró a él de las "notas" de su
móvil, y desapareció.
Gracias, Miguel Ángel , por acordarte de los inversores.
Todos tenemos alma de aventureros soñadores de altas rentabilidades y
seguridades para nuestro dinero. Y los tiempos actuales sospecho que no son los
idóneos para soñar. Tú nos dirás.
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